En lo local también.

Lo del movimiento social contra el modelo político actual era cuestión de tiempo que estallara. Me niego a creer que España sea un país de borregos que se dejan conducir al matadero sin ofrecer resistencia.

Yo lo voy a llevar a lo local, y voy a analizar el comportamiento de un solo político de nuestro municipio: Carmina Santos.

De estelar aparición en la esfera política local (hace poco más de un año que aterrizó en su cargo de concejala de cultura) se ha dedicado a cuidar su imagen en lugar de hacer bien la tarea para la que fue nombrada: es más fácil no faltar a ningún sarao en el que haya prensa que hacer un trabajo para el que no se tiene ningún tipo de preparación.

En sus declaraciones he encontrado una perla que quiero destacar, porque me toca laboralmente: “podemos estar orgullosos de la Feria [del libro] de este año, ya que está a la altura de otras que se celebran en ciudades como Sevilla, Madrid o Salamanca”. Que haya soltado semejante majadería puede deberse a:

1. Cree que es cierto, con lo cual no tiene ni idea de lo que habla, ni se ha preocupado en informarse.
2. Sabe que no es cierto, con lo cual cree que los cacereños somos tontos, y además no tiene reparos en mentir.
   

Cualquiera de las dos opciones es suficiente para que la pongamos de patitas en la calle. Por lo menos a mi no me gusta que me tomen por imbécil, ni que los políticos que gestionan nuestros recursos lo sean.

Hablando de sus declaraciones con un periodista, le pregunté que como permitían que soltara tal patochada y se fuera de rositas. Me contestó que se limitan a poner lo que dicen y que cada persona saque las conclusiones que quiera.

Y esto es solo una pequeña (pequeñísima) muestra, de la que hablo porque me toca de cerca y puedo opinar con conocimiento de causa. Lo que si se es que es habitual que los cargos de libre designación los ocupen personas que no tienen ninguna preparación pero a las que se le deben favores políticos (como en este caso).

Eso si, la candidata a alcaldesa de FC cuando se pone sabe hacer las cosas: en nueve meses ha conseguido tener un recorrido político y una experiencia consolidada.

Y por si alguien duda que la feria del libro de Cáceres no está a la altura de la de Sevilla ni de la de Madrid, solo me queda contar que a la de Sevilla el año pasado le dieron el Premio Nacional de Fomento de la Lectura, y la de Madrid es así: