17 diciembre 2008

Cuando EE.UU. estornuda, Europa se resfría

Via Soybits, obtenemos información acerca del "miércoles negro" de la industria editorial americana.

Algunas de la principales editoriales (Houghton-Mifflin, Simon & Schuster, Random House, MacMillan y otras) anunciaron despidos, recortes y reestructuraciones.

Los 5 problemas que aquí se apuntan como lacras para las editoriales:

1) La caída del consumo
2) El coste elevado de las materias primas
3) La dependencia de canales de venta demasiado caros,
4) El propio modelo de negocio y
5) La
(sic) maldición de las devoluciones

Pero no se habla de que:
  • El producto tiene más consumidores que nunca (se lee y se venden más libros que nunca, a pesar de la tele, el cine, internet, etc.) y tiene unas perspectivas muy favorables. La caída del consumo es coyuntural.
  • No se otros canales de venta, pero nosotros trabajamos a porcentaje de un PVP que fija la editorial, que es, finalmente, la que marca el precio del canal de venta. Además las librerías (por las condiciones comerciales que tenemos) financiamos en gran parte a las editoriales.
  • Las grandes empresas están fagocitando todo el sector: editoriales, distribuidoras, logística, transportes, librerías, clubes de lectores... multinacionales como Planeta o Random House tienen divisiones de todos estos tipos. ¿El modelo de negocio es un problema, pero se intenta acaparar?. La industria editorial es la que marca los ritmos, y han apostado por el beneficio rápido abandonando casi totalmente el modelo "tradicional" de negocio más lento pero más firme. Se busca el best-seller abandonando el long-seller.
  • Hay devoluciones, entre otras cosas, porque las grandes editoriales publican TODO (a ver si suena la flauta una vez entre cien y sacamos un título que se pueda vender por palets en las grandes superficies).

Artículo original en Future Perfect Publishing

1 comentario:

El llegidor pecador dijo...

Lo de la dependencia de canales de venta demasiado caros igual tiene que ver con los descuentos a grandes superfícies de venta (Fnacs, Cortes Inglés, etc) que, en algunas ventas, puede llegar al 45% de descuento.
Ahora bien, tampoco se habla de que existen librerias -no son la mayoría pero no son pocas- que se financian por editoriales y distribuidoras.
Tampoco se habla de que un librero que debe hacer muchas devoluciones es un mal librero puesto que significa que no sabe comprar.