29 abril 2010

Cuando se valora lo que no hay que valorar


Este tipo de enfoque en los concursos públicos de adjudicación de suministro a bibliotecas lleva tiempo siendo cuestionado. Es un tema muy delicado, porque entran en juego intangibles que son de difícil valoración. Por ejemplo, ¿Cuanto vale que una ciudad tenga buenas librerías? ¿Cuanto vale que haya una buena red comercial de libros en Extremadura? ¿Valen más unos marcapáginas o un servicio de calidad reconocida? ¿Es mejor que los libros te los den forrados o que dispongas del asesoramiento de un profesional?

La Junta de Extremadura, en el citado Pacto por la lectura, suscrito por la Diputación de Badajoz, figuran los siguientes compromisos:
3. Promover, potenciar y consolidar el desarrollo de una industria editorial en Extremadura, así como las redes de distribución de los libros, como uno de los instrumentos más eficaces de fomento de la lectura y de la actividad económico y social. Acercar la sociedad a la industria editorial y a los valores extremeños.

6. Promover la colaboración del sector librero para la mejora de la red de librerías de nuestra comunidad.
Nada de esto está contemplado en la convocatoria de este concurso.

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